Prometía ser el año más brillante de la historia del género, pero la cosa ha resultado mucho menos brillante de lo esperado. El cine de superhéroes prometía regalarnos un 2016 inolvidable. Hasta seis grandes proyectos poblaban un calendario de estrenos que condicionaba a toda la industria. Warner y DC debutaban con Batman v Superman: El amanecer de la justicia y Escuadrón Suicida en lo que prometían ser las dos cintas más exitosas del año. Por su parte, Marvel continuaba su ambicioso universo cinematográfico gracias a Capitán América: Civil War y Doctor Extraño. Por su parte, Fox se lanzaba con X-Men: Apocalipsis y Deadpool. ¿El resultado? Muy por debajo de lo esperado.
Nunca habíamos vivido un año de tan importantes inversiones en cine de superhéroes y, para ser sinceros, nadie puede negar que todas ellas han logrado buenos resultados económicos. Sin embargo, sólo Deadpool ha estado por encima de las expectativas. Ya sea por una cuestión de falta de originalidad o por un cansancio entre el público ante propuestas tan similares, que lo absolutamente claro es el hecho de que ni los más de 1.100 millones de dólares de Capitán América: Civil War han alcanzado lo esperado.
¿Cuáles son las razones de tal hecho? ¿Ha comenzado a pasar la moda del cine de superhéroes? ¿Ha explotado la burbuja ante semejante exceso de oferta? Cabe la posibilidad de que todo quede en una anécdota y que el 2017 suponga un nuevo repunte de las producciones de superhéroes, pero lo cierto es que los síntomas de agotamiento parecen más que claros. ¿Qué piensas tu?