Durante estos últimos meses, nuestra cruzada personal se dirigía a ensalzar la figura de una de las mejores intérpretes de las últimas décadas: Amy Adams. Tras descubrirnos la cabeza ante la trayectoria de una actriz sublime, sus impresionantes papeles en La Llegada y Animales Nocturnos, dos de las mejores cintas del pasado año, provocaban que nuestra admiración se tornase en radical. No podíamos entender otro posible Oscar que no fuese el de Amy Adams.
A sus 42 años, la pelirroja actriz ya ha acumulado hasta 5 nominaciones al Oscar. Esta tendría que haber sido la sexta y definitiva. Sin embargo, lejos de alzarse con la estatuilla, Amy Adams ni siquiera ha logrado una candidatura que todos dábamos por segura. En un nuevo ejemplo de ineptitud, la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de Hollywood decidía obviar a la protagonista de La Llegada, la segunda cinta con más nominaciones del año.
¿Cuál es la razón de semejante desatino? Pues solo tenemos que fijarnos en el nombre de la actriz que ha ocupado su lugar. Hablamos, efectivamente, de Ruth Negga. No vamos a discutir el inconmensurable talento de la protagonista de Loving, pero sería torpe incluso la mera comparación con Amy Adams. Hablamos de un gran trabajo frente al mejor trabajo. La torpeza de los académicos no deja de hacerse patente año tras año. Todo apunta a que simplemente han decidido meter con calzador a una intérprete de color para evitar polémicas. Así son ellos. Pueden dejar sin su merecida nominación a decenas de actores negros en los últimos años y meter a alguien para acallar sus conciencias y no tener problemas. Ver para creer.
Sea como fuere, es una realidad innegable que Amy Adams es una auténtica fuerza de la naturaleza. A pesar de que no sea consuelo, para nosotros no habrá otra ganadora del Oscar más que ella.