Durante una misión de rescate, Wren (Charlize Theron), directora de una organización de ayuda humanitaria conoce a Miguel (Javier Bardem), un apasionado médico que ha dedicado su vida a trabajar en los países más peligrosos del continente africano. Wren y Miguel se enamoran e inician una relación en medio de la barbarie que los rodea. Pero ambos tienen caracteres muy fuertes y puntos de vista totalmente opuestos sobre cómo enfocar los conflictos que les rodean.
Si decimos que Sean Penn es el director de una película con este argumento, cualquier cinéfilo comenzaría a relamerse. Si a eso le añadimos que la pareja de protagonistas está formada por Charlize Theron y Javier Bardem, la cosa ya no podría pintar mejor. Diez nominaciones a los Oscar y cinco premios es el total acumulado entre los tres. Sin embargo, podríamos estar ante uno de los mayores despropósitos de los últimos tiempos.
Tras esa maravilla titulada Hacia rutas salvajes, el esperado regreso a la dirección de Sean Penn se salda con los 130 minutos de caos de Diré tu nombre. En un intento por rizar el rizo, Penn convierte el grito de su anterior película en empalagosa melodía. Parece existir un constante esfuerzo por demostranos lo moralmente inferiores que somos todos, componiendo un retrato del dolor que incluso llega a ser ofensivo. Hay lógica y razón en lo que Penn pretende hacer. Lo que no se entiende es que simplifique tanto su mensaje y acabe por resultar tan profundamente pobre.
En medio de todo esto, la ridícula historia romántica entre Charlize Theron y Javier Bardem no hace más que contribuir al desatino general. Puede que la tensa relación entre la actriz y el director tras su ruptura tuviese algo que ver, pero dos de los mejores actores del planeta parecen atenazados y perdidos en una película que a todos nos conviene olvidar cuanto antes.
Yo voy a decir algo más, resulta que esta película era un proyecto personal de Robin Wright Penn (os suena el nombre?) si, la ex de Sean Penn. Y tuvo que abandonarlo porque no encontraba financiamiento para realizarla.
La historia está escrita por Erin Dignam, escritora y directora cinematográfica. Se iba a rodar con Robin Wright, Javier Bardem (el sí estaba en el proyecto) y el propio Sean Penn como protagonistas. La propia Erin iba a dirigirla.
Pero como digo el proyecto quedó aplazado por falta de fondos, Erin tomó la decisión de vender la historia a una productora cinematográfica y esta a su vez se la vendió al mismo Sean Penn quien, para sorpresa de su ex tomó la decisión de rodarla poniendo a su entonces novia como protagonista en un gesto de mala entraña.
Hay mucho politiqueo en la industria (sea todo dicho) y Javier Bardem no está viviendo sus mejores momentos tampoco por culpa de una carta política contra Israel por lo que la cinta, con independencia de lo buena o mala que sea, estaba condenada al desastre.