Parece increíble. Después de muchos años siendo uno de los actores más cotizados del planeta, Johnny Depp se encuentra en bancarrota. Parece que el drama se le ha enganchado a la ropa a un tipo que lleva una racha para olvidar. Alcoholismo, retirada provisional, terrible divorcio, fracasos de taquilla y, ahora, una sorprendente bancarrota. Ahí es nada.
Hace unas semanas, Deep demandaba a Mandel Company, la empresa gestora de sus bienes. Al parecer, el actor les acusaba de mala praxis en la gestión de su dinero, lo que le habría llevado a perder decenas de millones de dólares, arrastrándolo a la bancarrota. 25 millones de compensación pedía Johnny Depp, pero la respuesta recibida ha sido bien diferente.
Lo que no se esperaba el bueno de Johnny es que la empresa en cuestión presentase una demanda contra él y que los términos fuesen tan duros: “TMG ha hecho todo lo posible durante los últimos 17 años para proteger a Depp de sí mismo y para mantener su solvencia financiera. La empresa cumplió todas sus obligaciones legales y Depp es responsable de su propio malgasto financiero. Durante años, TMG informó en repetidas ocasiones a Depp (…) de que estaba viviendo por encima de sus posibilidades, y le urgió a gastar menos y vender ciertas pertenencias caras e innecesarias para liquidar préstamos, pagar impuestos y gastos”. A todo ello, la compañía sumaba 560.000 dolares como compensación de comisiones pendientes.
Efectivamente, Mandel Company ha metido el dedo en la llaga, acusando a Johnny Depp de ser el único responsable de la pérdida de su patrimonio a consecuencia de incontables malas decisiones.