Nota: 7
Estas cosas no pueden pasar. Que una de las películas más famosas de 2015 y capaz de recaudar más de 100 millones de dólares tarde casi dos años en llegar a nuestras carteleras roza lo irrisorio. Eso es lo que ha pasado con Redención. No ha sido el primer caso similar que hemos vivido, ni será el último, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de empezar nuestro acercamiento a esta genial cinta de boxeo llamando la atención sobre el asunto.
Desde que Antoine Fuqua se dedica a esto del cine, el sensacional director nunca nos ha ofrecido una película que pudiese calificarse como decepcionante. Cada uno de sus trabajos muestra el interesante estilo de un tipo que alcanzó la cresta de la ola con la descomunal Training Day. Pero si aquel fue el trabajo sobresaliente de su carrera, seguro que Redención es el notable.
Pese a haber gozado de gloria y de premios en su pasado, un luchador (Jake Gyllenhaal) ha caído en desgracia. Una tragedia personal ha acabado con el gran campeó que era. El mundo parece cebarse a golpes con un tipo al que nadie podía derrotar tiempo atrás. Es entonces cuando, después de tocar fondo, y por el bien de su hija, decide reconducir su vida y volver a ser el que fue. ¿Os suena la historia? seguro que ya la habéis visto un puñado de veces en la gran pantalla. Sin duda esa evidente falta de originalidad argumental es el principal hándicap del filme y el elemento que nos aleja de hablar de una auténtica joya de los últimos tiempos, porque todo lo demás es crema.
Muchas veces no se trata de lo que cuentas, sino de cómo lo cuentas. Redención es un caso claro de trama trillada, pero que funciona a las mil maravillas. El director es capaz de dotar de la emoción y la culpa necesarias en un filme de este perfil. Para ello cuenta con la complicidad inestimable de un Jake Gyllenhaal que sigue demostrando mucho más talento del que se le reconoce. Rachel McAdams y Forest Whitaker sirven de aderezo a este intenso relato cargado de interesantes visiones de un mundo mil veces explorado por el cine como el del boxeo. Redención no te cambiará la vida, pero la hará un poco más rica.
Héctor Fernández Cachón