Hay que reconocer que valor no les ha faltado. Desde que Lionsgate anunciase el desarrollo de una franquicia de éxito basada en los Power Rangers, todos empezamos a observar con recelo los pasos de la compañía. La idea de poner montañas de millones de dólares sustentando un proyecto a partir de la cutre serie de los 90 parecía descabellada. Sin embargo, todo resultaba mucho mejor de lo esperado.
Efectivamente, Power Rangers no está nada mal. La película ha resultado ser un entretenimiento más que digno gracias a una propuesta bastante divertida y resultona. Sin embargo, parece que el gran público no ha sido capaz de dejar a un lado sus prejuicios para con el filme, lo que ha provocado que los planes de futuro de la franquicia se encuentren seriamente comprometidos. Los 117 millones que lleva recaudados la película hasta la fecha se antojan escasos para un proyecto en el que se invertían 100 millones de producción y alrededor de 60 en publicidad. Su vida comercial no parece que vaya a ir muy allá, de modo que el asunto pinta feo.
A día de hoy, sólo hay una opción de que las futuras películas de Power Rangers vuelvan a ponerse sobre la mesa. Esa es su éxito en oriente, ya que China, Japon y Corea del Sur todavía no han recibido el estreno del filme. Como ya hemos visto muchas veces en productos de este tipo, se trata de mercados capaces de salvar la recaudación de un filme. Veremos si son capaces de compensar el desastre del resto del mundo.