Era la crónica de una muerte anunciada. Desde hace un par de años, la pareja formada por Ben Affleck y Jennifer Garner se encontraba en una profunda crisis. Si una cosa buena tuvo el rodaje de la infame Daredevil, esa era que en el plató surgía el amor entre sus dos grandes estrellas. Corría el año 2003 y así daba comienzo una de las relaciones más largar y firmes de la industria, al menos hasta ahora.
Los últimos tiempos no han sido nada fáciles para la pareja. Hace más de un año decidían darse un tiempo tras las continuas desavenencias. Pese a que el asunto no pintaba bien, finalmente decidían darse una nueva oportunidad. Sin embargo, su relación seguía sin ir bien. Los problemas con el alcohol de Ben Affleck eran un problema constante, pero Garner mantenía el apoyo al padre de sus hijos hasta el momento en el que terminaba su proceso de rehabilitación. Era el momento de poner punto y final a casi catorce años de relación y doce de matrimonio.
Tal y como publicaba el portal TMZ, la pareja habría decidido firmar los papeles del divorcio de mutuo acuerdo y emprender una nueva fase en sus vidas. En cualquier caso, los problemas como pareja no han impedido que la relación entre ambos sea magnífica y que todo se haya realizado con un respeto máximo.