Son muchas las cosas que hemos aprendido de nuestro adorado Sylvester Stallone, pero una de ellas de las más importantes es que se puede seguir molando mucho desde fuera del ring. El sensacional actor se marcaba con Creed uno de los mejores trabajos de su amplia carrera. La versión madurita de Rocky y su entrenamiento al joven hijo de Apollo Creed dejaban a Sly a las puertas del Oscar hace poco más de un año.
Así las cosas, la idea del regreso de Rocky con la segunda entrega de Creed parecía un hecho. el éxito creativo y económico avalaba un proyecto que todos esperábamos con singular interés, pero que ahora podría verse seriamente comprometido.
¿Por qué las cosas se han puesto tan feas? Pues el motivo de los problemas no es otro que la demanda interpuesta por Sylvester Stallone contra Warner Bros. Al parecer, el estudio tendría una importante deuda con el actor desde Demolition Man, lo que habría terminado por colmar la paciencia de Sly. La lástima es que se trata del estudio que se encuentra tras Creed, de modo que no parece que vaya a existir un acercamiento entre las partes hasta que se solucione la demanda. Una pena…