“Ambos estamos haciéndolo lo mejor que podemos. Oí a un abogado decir que en un juicio nadie gana, es solo cuestión de quién sale más herido. Y parece que es verdad, pasas un año concentrado en construir un caso que te dé la razón y que diga por qué tú tienes razón y el otro no, y es una inversión de odio. Me niego. Y por suerte mi compañera en esto está de acuerdo. Es demasiado fuerte para los niños, que su familia se rompa de repente”. Con declaraciones como esta durante su entrevista para GQ Style, Brad Pitt conseguía convertirse en el centro de todas las miradas. Tras su divorcio de Angelina Jolie, todos esperábamos las confesiones de un actor que ha tardado más de 8 meses confesarse.
No puedo recordar un día desde que dejé la universidad en el que no haya bebido o fumado un porro, o algo. Y te das cuenta de que todo eso son… bueno, pacificadores. Que he escapado de los sentimientos. Y estoy muy, muy contento de haber dejado eso atrás (…). Ya no quiero vivir así”, confesaba un intérprete que apuntaba al alcoholismo como uno de los principales motivos de su divorcio.
“Bebía demasiado. El alcohol se convirtió en un problema. Estoy realmente feliz de que haya pasado medio año sin beber. Para mí este periodo ha consistido en reparar en mis debilidades y mis fracasos, y asumirlos. Sé que soy un privilegiado y, a pesar de ello, he gastado mi tiempo en buscar objetivos vacíos”.
Como no podía ser de otra forma, el desnudo emocional de Brad Pitt ha conseguido que miles de medios de comunicación se hagan eco de sus palabras. Como grandes admiradores del actor, estamos encantados de que haya reencauzado su vida y vuelva a disfrutar de su trabajo.