La cosa ha comenzado a ponerse fea. Tras el estreno de Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar, las cifras de 350 millones de dólares recaudados parecían se razón suficiente para considerar que la saga seguía gozando de buena salud, pero había algunos indicadores que apuntaban en otro sentido. El hecho de que se tratase del peor estreno de la saga en gran parte del planeta se pasaba por alto, ya que las impresionantes cifras de China servían para disimular los problemas. Sin embargo, el segundo fin de semana en taquilla ha evidenciado que el asunto pinta feo.
Con un descenso cercano al 70% en las taquillas de todo el planeta, el filme se ha ido a unos 500 millones en su total acumulado que parece una bestialidad, pero que está muy por debajo de lo esperado por Disney. De continuar esta tendencia, y todo apunta a que así será, el filme podría quedarse por debajo de los 750 millones de recaudación total, lo que sería la puntilla a una saga con claros síntomas de agotamiento.
La crítica se ha cebado con ella y el público ha dejado de responder. Hacer 300 millones menos que el anterior filme suena realmente preocupante, sobre todo si tenemos en cuenta que hablamos de un filme de coste cercano a los 400 millones entre los 250 de producción y los más de 120 de costosa distribución y publicidad. Jack Sparrow ya no mola tanto…