Lo de este tipo clama al cielo. Desde hace varias décadas, Kevin Spacey lleva demostrando que no solo es un gran actor. Derrochando carisma y talento, el sensacional intérprete ha firmado decenas de papeles inolvidables durante todos estos años. “Seven”, “La vida de David Gale”, “American Beauty”, “Sospechosos Habituales”… Podríamos pasarnos un día entero enumerando trabajos sublimes del bueno de Kevin, lo que también podríamos hacer con Robin Wright.
Puede que no goce del mismo reconocimiento que otras muchas actrices, pero lo cierto es que Robin Wright es una de las mejores intérpretes de su generación. La actriz de “La Princesa Prometida” o “Forrest Gump” es la expresión viva de lo que significa tener clase. Eso ya lo sabíamos. Lo que no nos imaginábamos es que meter en el mismo plano a esta pareja de actores podía crear un monstruo interpretativo de tal calibre.
Efectivamente, estas líneas son para Kevin Spacey y Robin Wright, pero también para los Underwood. La pareja formada por Frank y Claire en “House of Cards” nos perturba hasta la extenuación. Es muy complicado no caer a sus pies. El matrimonio en la ficción el lo más cercano a exprimir las líneas de la obra de Maquiavelo y utilizar las gotas para bendecir a una pareja. Saben lo que quieren, buscan un fin y los medios poco importan. Harán lo que tengan que hacer para alcanzar lo que una vez se propusieron como objetivo en sus vidas. Es así como intercambian miradas cómplices y comparten cigarrillos mientras planean cada nuevo paso.
“House of cards” puede no ser demasiado cercana a la realidad en algunos de sus pasajes, pero la esencia de la serie deja un aroma a que el mundo es un lugar mucho más oscuro de lo que parece. Un poema dedicado al poder que encuentra sus mejores versos en las dos imponentes figuras de sus protagonistas. ¡Larga vida a los Underwood!