Barb Wire (Pamela Anderson) es cortante como un cuchillo y fría como el hielo, pura dinamita, y no se anda con tonterías. Vive en un país devastado por la guerra civil, en un futuro no muy lejano. Es una mujer con valores en un mundo carente de esperanza. Todos la desean, pero nadie puede conseguirla: ella no pierde el tiempo con hombres que no tengan un buen cerebro. Hace ya mucho tiempo que Barb Wire sólo se ayuda a sí misma… pero cuando quiere puede hacer mucho más que cualquier hombre.
Efectivamente, ese era el argumento de Barb Wire, aquella cinta tan desastrosa del año 1995 que, de mala que era, se ha convertido en una especie de obra de culto para los que quieren reírse un rato en modo nostálgico. David Hogan, todo un clásico de películas horrorosas, era el responsable de adaptar el cómic de Chris Warner para ofrecernos un encantador despropósito que cobra especial interés este preciso año.
Efectivamente, Barb Wire nos presentaba, hace 22 años, una particular versión del año 2017 que, como podemos apreciar en su tráiler, no se puede decir que atinase demasiado. Atentos, porque esta era Pam en su momento de esplendor y paseándose por un supuesto 2017.