Está claro que el nuevo año ha traído un interesante cambio de tendencia en el panorama cinematográfico. A lo largo de estos meses, ya hemos podido apreciar como el desastroso 2016 resultaba un toque de atención importante para los grandes estudios. Así, tras un curso plagado de superproducciones fallidas, cintas como Logan o Kong: La isla calavera han comenzado a poner de manifiesto que la apuesta es distinta.
Si los blockbusters han mejorado su calidad, lo del cine de terror ya es la leche. Si ya la cosa venía luciendo increíble desde hace años, ahora se antoja imposible pedir más. La última muestra de que ello es A Ghost Story, una de las grandes sensaciones de Sundance y que ya ha conseguido hacerse con un increíble 92% de valoraciones positivas en Rottentomatoes.
David Lowery dirige a Rooney Mara y al reciente ganador del Oscar, Casey Affleck, en un filme centrado en la figura de un músico que muere en un accidente de tráfico, pero que vuelve como fantasma a la casa que compartía con su mujer. Fantasmas y drama en una pequeña joyita que dará mucho que hablar.