No esperéis encontrar una especie de Ciudadano Kane. Más que nada, ese no es su objetivo. Sin embargo, Atómica hace de maravilla lo que pretende: Cine de acción del bueno. Este mismo viernes aterriza en nuestras carteleras la nueva película del director de John Wick. Y es que, justo antes de ponerse manos a la obra con Deadpool 2, David Leitch decidía marcarse otra obra imprescindible del género con Atómica, la película en la que nuestra adorada Charlize Theron decide repartir mamporros a lo bestia y recibir alguno que otro.
Año 1989, el muro de Berlín está a punto de caer. Un agente del MI6 encubierto aparece muerto y la espía Lorraine Broughton (Charlize Theron) debe encontrar por todos los medios una lista que el agente estaba intentando hacer llegar a Occidente, y en la que figuran los nombres de todos los agentes encubiertos que trabajan en Berlín oriental. Lorraine no se detendrá ante nada para conseguir dar con esa lista, enfrentándose a varios asesinos y sumergiéndose en un mundo en el que nadie parece ser quien dice ser.
Efectivamente, la oscarizada actriz se convierte en el epicentro de un filme que funciona a las mil maravillas. Son 115 minutos de acción trepidante lo que Atómica nos ofrece, convirtiéndose en una de esas ocasiones en las que el cine veraniego resulta más que satisfactorio.