El hombre está en la cumbre de la escala evolutiva… o de eso nos han convencido Darwin y Wallace. No vamos a cuestionar las palabras de tan célebres científicos por varios motivos. En primer lugar, porque no queremos despertar las iras de la comunidad científica (al menos hoy) y, en segundo lugar, porque en los años mozos de ambos ilustres eruditos todavía se desconocía que los célebres hermanos Lumière se sacarían un invento de la manga llamado a devolver al hombre a sus estadios más primarios. La consecuencia más inmediata de la irrupción del cinematógrafo sería el cine (aplaudan esta poderosa reflexión) y, por supuesto la aparición de las primeras películas (estoy en racha). El mundo estaba a punto de cambiar. Los incautos evolucionistas fijaban sus defensas frente a los ataques de los dogmas cristianos, mientras que su más despiadado enemigo estaba agazapado en las sombras. Durante muchos años, el cine pasó desapercibido y, cuando se presentó la ocasión empezó a embaucar a miles y miles de personas… hasta hoy.
El Homo Sapiens suele acudir a las salas de cine con un cierta idea de lo que va a encontrarse. Ha consultado críticas, argumento o trailer. Los menos “sapiens” van al cine “a las bravas” sin ningún tipo de idea sobre lo que van a encontrarse y esperan encontrar en “Drive” su nuevo “A todo gas”, pero tampoco queremos despertar las iras de la comunidad “cani” (al menos hoy). En cualquier caso, cuando el Homo Sapiens común hace su entrada en la sala de cine, todo tipo de conocimiento o raciocinio queda reducido a cenizas. Su estadio evolutivo muta al de “espectador”, caracterizado por ser más violento y por utilizar un lenguaje más primitivo, compuesto básicamente por onomatopeyas. Es el lugar donde los más sabios alcanzan el clímax al ritmo de las balas de John McLane y de las “refinadas” bromas cortesía de José Luis Torrente. El lugar donde los grandes estudiosos del séptimo arte se echan una cabezadita con la última joya del cine iraní galardonada en Cannes o consultan el “WhatsApp” en repetidas ocasiones mientras asisten a la proyección de la magnífica cinta independiente aclamada en Sundance ¡Si Darwin levantara la cabeza!
No se puede controlar. Está fuera de nuestro alcance. La sala de cine ha vuelto a hacer su trabajo. Nuestros deseos más primarios han vuelto a tomar las riendas. El “Australopithecus” está de vuelta. De hecho, la comodidad de la mayoría de butacas provoca que perdamos esa sana costumbre de caminar erguidos durante la hora posterior a la proyección.
Pero acabada la película es el momento de salir del cine y recuperar la compostura. Lo que pasa en el cine, se queda en el cine. Me ha encantado la película coreana en la que no pasa nada durante tres horas y el guión de “La jungla de cristal 9.0” es simplón y absurdo. No se sientan atacados. Todos lo hemos hecho en más de una ocasión. El aquí firmante ha alcanzado niveles de hipocresía tales que avergonzarían a un político. Nadie va a juzgarles. Por todos estos motivos, hoy queremos crear el clima adecuado que saque a nuestro troglodita interior. Odio. Repito: Odio con todo mi corazón cada uno de los infames minutos del metraje de “Alejandro Magno” (Oliver Stone) o de “Cisne negro” (Darren Aronofsky). Es una sensación parecida a la experimentada con “2001: Una odisea en el espacio”… bueno. Esta no puedo decir que la deteste. El tedio que me invade es tal, que ni de odiar me quedan ganas. Todo eso no es nada comparado con cualquier fotograma de una película de Baz Luhrman. El bueno de Baz me hace exprimirme el cerebro buscando la forma ideal de acabar con la vida de alguien sin dejar pruebas que pudiesen inculparme. Eso que te concedo, Baz (¿¡Qué clase de nombre artístico es “Baz”?! Es o no es para matarlo…)
¿Cual es el motivo de todo esto? Los meros gustos. Los simples instintos primarios. Estas cosas pasan, por eso les sugiero hoy que lo suelten. Descarguen esas iras que llevan dentro. Vamos a no juzgarnos (esto va también para cristianos), solo a escucharnos (probad, científicos. No es tan difícil). De modo que hoy nos preguntamos con absoluta confianza “¿cual es tu película más odiada?”. No me sean tímidos, pero no me molesten en las próximas dos horas, que voy a ver la preciosa “Moulin Rouge” (explica eso, Darwin).
“Dagon: la secta del mar” está en la primera de la lista de films que más asco nauseabundo me dan, otra peli que odio aunque la consideren obra maestra es “El Laberinto del Fauno”, ¿por que? por que no me gustó nada lo forma en que se ha tratado el genero cinematográfico que más atesoro el fantástico, entre otras cosas por ese asqueroso fascista que interpreta Sergi López él es muy buen actor pero odio el personaje que hace, cada vez que mataba a gente inocente y se salia con la suya me daban ganas de vomitar y de abandonar la sala era para matarlo de golpe en vez de dejarlo con vida el resto del metraje no lo soportaba del asco que me daba.
Guillermo del Toro es un artista y tiene una imaginación brillante, quedé muy contento con sus Hellboys pero con El Laberinto no es el film que más me ha hecho sufrir y no quiero verlo nunca más.
Pufff tengo unas cuantas, no es odio sino sopor absoluto lo que despierta en mi Matrix, es tan grande mi problema con esa película que me llegue a dormir en primera fila dd clase una vez que me la pusieron. Estoy de acuerdo con usted en cuanto a Alejandro Magno, es criminal. City of Angels y Master and comander sacan lo peor de mi y en un lugar especial Señales del futuro, refrito malo de películas. Un consejo, nunca alquile… Me levanté temprano el día de mi muerte, yo lo hice y aún me estoy arrepintiendo.
Buff, hay muchas en la lista pero La vida es bella va en primera posición
No es un sentimiento que experimente habiatualmente viendo ninguna película pero…creo que lo más parecido que he sentido al odio puro fue cuando me dieron ganas de quemar el DVD de Falsas Apariencias…
Hora y media de mi vida que JAMÁS podré recuperar….
Sin duda Armagedón,no se ni por donde empezar.los actores vomitivos los diálogos para retrasados.y encima los salvadores del planeta las petroleras,menuda bazofia
Reservoir dogs. Infumable, no puedo con ella.
Los chicos del coro, la odio a muerte de forma irracional.
Odié con toda mi alma "Ciudadano Kane", cada vez aguanto menos a Tim Burton (salvo "Eduardo Manostijeras"), odié la saga de "Piratas del Caribe", pero no me disgustó tanto como a muchos otros la última de Indy Jones, odio las dos pelis de "Los cuatro fantásticos", me pierdo en los guiones de las pelis de James Bond y Jason Bourne, y como colofón final, me dormí en "Reservoir dogs".
Odié “Ciudadano Kane”, cada vez aguanto menos a Tim Burton (salvo “Eduardo Manostijeras”), odié la saga de “Piratas del Caribe”, pero no me disgustó tanto como a muchos otros la última de Indy Jones, odio las dos pelis de “Los cuatro fantásticos”, me pierdo en los guiones de las pelis de James Bond y Jason Bourne, DETESTO CON TODA MI ALMA “JUNO” Y SU PROTAGONISTA y como colofón final, me dormí en “Reservoir dogs”.
aunque la consideren obra maestra odio “El Laberinto del Fauno”, es el film que más me ha hecho sufrir y no quiero volver a verlo nunca más.
Odio a muerte a todas las peliculas pertubadoras, asquerosas, repulsivas como melancolic der angel, dogtooth, etc. Me cagan la madre
No encuentro por qué tanto alboroto con dos películas de Quentin Tarantino: Pulp Fiction y Django Unchained, siendo esta última superior de lejos en su estupidez e intrascendencia. Al ver tanto alboroto de la crítica con ellas me hicieron odiarlas!
Buff, hay muchas en la lista pero La vida es bella va en primera posición
Reservoir dogs. Infumable, no puedo con ella.
Los chicos del coro, la odio a muerte de forma irracional.
odio “El Laberinto del Fauno”, es el film que más me ha hecho sufrir y no quiero volver a verlo ni que me lo mencionen nunca más.
Odio a muerte a todas las peliculas pertubadoras, asquerosas, repulsivas como melancolic der angel, dogtooth, etc. Me cagan la madre
El ser humano no está en la cumbre de la escala evolutiva, y Darwin y Wallace, en la cumbre de la escala evolutiva están todas las especies que han sobrevivido gracias a su adaptación al medio.
Después de eso no hacéis más que seguir diciendo chorradas.
El ser humano no está en la cumbre de la escala evolutiva, en la cumbre de la escala evolutiva están todas las especies que han sobrevivido gracias a su adaptación al medio mientras el medio no cambie y necesiten una nueva adaptación.
Después de eso no hacéis más que seguir diciendo chorradas.
titanic, la odio, la odio y la odioooo