¡Larga vida al cine independiente! No es que ahora nos haya dado por ponernos espléndidos y dignos, pero no podemos negar que nos encanta ver a nuevos creativos lanzando películas con total libertad. Y es que en este tiempo de superproducciones mastodónticas, el cine independiente también atraviesa una etapa bastante dulce.
La última joya que se ha presentado en sociedad lleva el sello de Taylor Sherindan. Después de mostrar su descomunal talento en los libretos de Sicario o Comanchería, el guionista se lanza a la dirección con Wind River, un filme que ya se ha estrenado en las carteleras americanas y que está cosechando magníficos resultados. En cualquier caso, más allá de su éxito económico, lo realmente llamativo de Wind River es lo magnífico de una propuesta creativa que huele a Oscar.
Una agente del FBI y un veterano rastreador local son los encargados de investigar un asesinato ocurrido en una reserva de nativos americanos. Elizabeth Olsen y Jeremy Renner son los encargados de asumir los papeles principales de una de las películas imprescindibles del año.