El terror española acaba de alcanzar su máxima expresión. Casi sin que nos diésemos cuenta, Paco Plaza acaba de convertirse en el auténtico referente del género en nuestro país. De hecho, su aportación podría contarse como una de las más brillantes de los últimos años al cine de terror en general. Y es que, queridos amigos, Verónica es una puñetera maravilla.
A base de costumbrismo español mezclado con una asombrosa elegancia en la puesta en escena, el hombre que imaginó la saga [·REC] junto a Jaume Balagueró ha conseguido dar en el clavo. Inspirada en una historia real sucedida en el madrileño barrio de Vallecas en los años 90, Verónica consigue que todos los elementos de su fórmula funcionen a las mil maravillas. Tras hacer una ouija con unas amigas, una adolescente es asediada por aterradoras presencias sobrenaturales que amenazan con hacer daño a toda su familia. La joven se convertirá en el epicentro de un filme capaz de ponernos el vello de punta y de ofrecernos 105 minutos de cine con mayúsculas.
Mención aparte merece el reparto infantil de la película. Tres niños y una adolescente absolutamente brillantes se comen la pantalla con cada aparición. Si no has visto Verónica, ya estás corriendo a las salas.