Debía ser su gran noche, pero todo quedaba eclipsado por un momento absurdo. Nicole Kidman sigue en pleno proceso de resurrección. Tras su candidatura al Oscar por Lion, la actriz dejaba atrás sus años de bagaje por el desierto con un merecidísimo Emmy gracias a su papel en la miniserie Big Little Lies. Era el momento de subir al escenario, donde Nikole Kidman se marcaba uno de los discursos más aplaudidos de la noche gracias a su denuncia del maltrato. Habría sido la noche soñada de no ser por este instante.
Efectivamente, Alexander Skarsgård también se hacía con el premio al mejor actor de reparto. Su compañero de reparto y marido en la ficción se levantaba a recoger el premio y era ahí cuando Nikole Kidman le mostraba su estima con un beso en los labios que desataba toda una tormenta de reacciones. Al parecer, al gran público y a las redes sociales no les parecía adecuado semejante comportamiento en presencia de Keith Urban, su marido. De hecho, la polémica durante la gala llegaba a tal punto que incluso Nicole Kidman decidía darle un buen beso en los labios a su marido ante las cámaras.