Esto de ser niño prodigio de Hollywood es una pereza. Son ya muchas décadas las que llevamos viendo como el cine encumbra y defenestra a intérpretes de la noche a la mañana. También estamos acostumbrados a encontrarnos con tristes historias de jóvenes actores incapaces de digerir el éxito. Eso lo sabe muy bien Haley Joel Osment, más conocido como “El niño del sexto Sentido“.
Con solo diez años, el joven actor demostraba que era capaz de hipnotizarnos en pantalla con su inolvidable “el ocasiones veo muertos”. La apuesta le salía de fábula a un M. Night Shyamalan que entraba por la puerta grande en el mundo del largometraje gracias a un niño que se comía la cámara. Capaz de eclipsar al mismísmo Bruce Willis, el joven lograba la nominación al Oscar y pasaba a convertirse en el nuevo niño prodigio de Hollywood. Por aquel entonces ya había tenido el honor de ser el hijo de Tom Hanks en “Forrest Gump”. La cosa pintaba bien…
“Cadena de Favores”, “Inteligencia Artificial”, “Hijos del Mismo Dios”, “El Secreto de los McCann”… Todo iba de fábula en la carrera del actor, pero Hollywood decidió darle la espalda. Ya no era el dulce chiquitín que tanto gustaba en la industria. El caldo de cultivo era el ideal para que Osment se convirtiese en otro juguete roto de cine. Ante esta situación, el chico decidió centrarse en sus estudios y llevar una vida ordenada.
En el año 2006 el joven actor volvía a saltar a la palestra. La noticia de que había sido detenido conduciendo bajo los efectos de las drogas y el alcohol daba la vuelta al mundo. Lo que parecía el típico caso de niño incapaz de digerir éxito o fracaso quedaba en una chiquillada. Así pasaban los años hasta llegar a estos días. con un aspecto bien distinto al que le lanzó a la fama, Haley Joel Osment se ha propuesto volver a demostrar que talento le sobra. Su papel en “Tusk” (Kevin Smith) supone el principio de una nueva fase que llevará al actor a “Sex Ed” o “El Séquito”.
Tiene una agenda llena de proyectos y una ilusión desbordante. Haley Joel Osment está de vuelta…