Faltan unos cuantos meses, pero lo cierto es que parece que asistiremos a un duelo de auténtico nivel. Pese a que la cosa todavía puede cambiar mucho, la próxima edición de los Oscar apunta a un duelo entre Guillermo del Toro y Christopher Nolan. Sus peculiares estilos y sus sensacionales películas siempre se han quedado, inmerecidamente, lejos de la nominación al máximo galardón de la industria del cine. Eso cambiará este mismo año, ya que ambas cintas parecen tener garantizada la plaza entre las contendientes finales. Pero, más allá de hecho, podrían protagonizar un duelo legendario por hacerse con el premio.
Con menos palabras y menos metraje, Christopher Nolan hacía de Dunkerque una de sus obras más honestas y personales. El director se la jugaba con un filme de puesta en escena radical, lo que se traducía en el aplauso unánime de la crítica y el entusiasmo del gran público. Además, el cine bélico siempre ha sido del gusto de la Academia y ya son muchos los agravios sufridos por el director británico.
Frente a Nolan, la candidatura de Guillermo del Toro se muestra radicalmente distinta en su forma. Y es que el director mejicano ha logrado, con La forma del agua, hacer que su peculiar estilo luzca más humano y emotivo que nunca. el máximo galardón en el Festival de Venecia secunda las aspiraciones de un filme llamado al éxito y de un director que mereció mejor suerte con El Laberinto del Fauno.
A día de hoy, la batalla parece clara: Guillermo del Toro vs Christopher Nolan. ¿Quién debería llevarse el gato al agua?
¿El máximo galardón de la industria del cine? Del cine norteamericano será, no el global. El Óscar no ha logrado salir de la crisis de credibilidad que lo tiene lejos del circuito de los prinicipales festivales. Hoy es más glamour que cine.