Hay experiencias que bien merecen la pena la inversión. Pese a los prejuicios habituales, el cine español no deja de cerrar bocas entre los más críticos y lograr que el resto la abramos asombrados. Cada año, montañas de grandes películas son las que se producen en un país cuyo talento parece no tener fin. Algo que acaba de quedar de manifiesto por enésima ocasión consecutiva tras el estreno de La llamada.
Los jóvenes Javier Calvo y Javier Ambrossi han logrado firmar uno de los proyectos más gratificantes del año. Y es que, después de arrasar en teatros, ahora La llamada se ha convertido en una de esas películas que hacen que la vida merezca la pena. Y es que decir divertido es quedarse corto para un filme capaz de hacerte abandonar la sala con una sonrisa de oreja a oreja. Si a ello le añades un acabado sensacional e interpretaciones gloriosas (monumento para Anna Castillo cuanto antes), el disfrute está servido.
Ambientada en Segovia, narra la historia de María y Susana, dos adolescentes de 17 años que se encuentran en el campamento de verano cristiano “La brújula”, al que van desde pequeñas. Ambas sienten pasión por el reggaeton y el electro-latino, pero las apariciones de Dios a María comenzarán a cambiar sus vidas…
Somos unos ceporros muchas veces, pero confía en nosotros si te decimos que si le dedicas 100 minutos de tu vida a la genial película no te vas a arrepentir.