El dios del trueno nunca había lucido demasiado bien en solitario. La saga monográfica de Thor era la asignatura pendiente dentro del universo cinematográfico de Marvel. Dos cintas regularcillas eran los preocupantes precedentes a los que se enfrentaba Taika Waititi cuando le contrataron para hacerse cargo del cierre de la trilogía. Por suerte, el director neozelandés tenía clara la fórmula para construir una película a la altura del personaje.
Si eres el responsable de una de las películas más divertidas de los últimos años, lo ideal es no cambiar de rumbo. Así, el responsable de la gloriosa Lo que hacemos en las sombras se ha sacado de la manga la película de superhéroes más divertida de la historia. Y es que las primeras críticas no dudan en calificar de este modo a Thor: Ragnarok.
El cambio de tercio gusta y le va al pelo a Chris Hemsworth. Todos los medios se empeñan en dejar claro que el cambio de tono de la película es descomunal. De hecho, las carcajadas superan incluso las de Guardianes de la Galaxia. Y es que nadie pasa por alto la locura y el desenfreno de una cinta que hará las delicias de los fans de Marvel. Thor ha encontrado su sitio justo antes de despedirse.