Eramos pocos… Efectivamente, en España llevamos una temporada ya demasiado larga con el tema de Cataluña a vueltas. Y es que parece imposible encender un televisor o leer un diario sin que Puigdemont, el 155 y todas esas cosas nos asalten por doquier. De hecho, hasta las playas de Santa Mónica ha llegado el asunto. Si no, atentos al texto que Pamela Anderson ha publicado en su página web y que se llama Catalonia.
“La idea de que España es un país uniforme es un mito. Los catalanes y el País Vasco y Galicia tienen su propia cultura e idioma y Cataluña siempre ha sido la más abierta al mundo, las cosas normalmente han comenzado ahí (por ejemplo, modas y el diseño, Gaudí y demás), y son los más cercanos a Europa, lo cual aumentó al ser Barcelona un puerto. No está claro cuanta gente o qué porcentaje de la población catalana quiere realmente la independencia (dicen que casi la mitad). Si España hiciera lo mismo que Reino Unido y Escocia, y declarase que en unos años habría un referéndum legal, parece poco probable que el resultado realmente fuera la independencia. Pero, al menos, los catalanes tendrían esa opción y tratamiento justo y justicia y una oportunidad de decidir apropiadamente sobre su gobierno.
Creo que el futuro de Europa siendo el continente de los estados nación es el pasado. Los estados nación son el pasado. Me imagino con mucha facilidad una Europa hecha de regiones y ciudad estado, que es en cierto modo la forma en que Europa funcionó durante mucho más tiempo que en forma de estados nación. Sé cuál es el problema de los imperios multi-étnicos, pero creo que la Unión Europea estaría bien como colección de diferentes regiones. Lo que intento decir es que creo que lo que el futuro necesita es trasladar de alguna forma la autoridad del nivel central más hacia el local, hacia las regiones y ciudades, y entonces algún tipo de cooperación en un conglomerado más grande. Darle a la gente más poder a nivel local en lugar de decidirlo todo desde la cima/capital/élites. El gobierno español ha sido totalmente idiota y en realidad ha echado leña al fuego con esta situación. Los catalanes se han sentido oprimidos durante mucho tiempo y tenían que hacer algo. El PP es el tipo de partido que trabaja en base a la provocación y han estado como una década enseñándoles el dedo a los catalanes (y previamente a los vascos). Y también que la monarquía española se vaya, ya que los eventos recientes han demostrado que algunos argumentos en su favor fallan y que es totalmente inútil. Yo apoyo al pueblo catalán y su derecho a determinar su propio futuro y cómo gobiernan sus asuntos. Les deseo mucha suerte”