El espectáculo no siempre ha de ser a base de balas. Parece que en The Walking Dead no tienen mesura. después de una temporada en la que no ocurría prácticamente nada, esta octava tanda de episodios no hace más que sembrar de casquillos de bala el suelo. Así, la serie nos estaba privando de esos momentos de tensión intimista que tan buen resultado le había dado siempre. Afortunadamente, todo apunta a que esos pasajes volverán con un quinto episodio de aspecto más que apetecible.
Negan y el padre Gabriel comparten aislamiento entre una marea de zombis. Mientras tanto, en el Santuario los Salvadores buscan al topo que está filtrando información a Rick y los suyos. Atentos, porque el adelanto del episodio 8×05 que The Walking Dead emitirá esta misma noche tiene auténtica pintaza.