Menudo cabreo se están pillando los espectadores. Para no perder la costumbre, Pixar se ha marcado una nueva e incontestable obra maestra. Y es que Coco resulta una maravilla inapelable. La crítica está rendida a una película que ya ha conseguido emocionar al público de medio mundo. Cierto es que la cinta llegará a las carteleras españolas dentro de unos días, pero ya os podemos avisar que os encantará… casi todo.
Pocas pegas se le pueden poner a filme en sí. Coco ingresa directa en el olimpo de las grandes producciones de Pixar. Sin embargo, no se puede decir lo mismo del cortometraje que precede al filme. Son ya muchos años disfrutando de unas pequeñas piezas con las que la compañía acompaña todas sus películas. Y es que, antes de comenzar, siempre tenemos una perlita para ir abriendo boca. Obras maestras del género en la mayoría de los casos. Algo que no ha sucedido en esta ocasión.
Aprovechando el tirón de Frozen, Pixar decidía introducir un cortometraje de Olaf… ¡De 21 minutos! Efectivamente, esta especie de anuncio gigante de la secuela de Frozen resulta soporífera e intrascendente. Miles de personas han comenzado ya a manifestar su cabreo después de tener que tragarse una infame pieza de semejante duración antes de Coco. Patinazo de Pixar en pro de la publicidad.