Si alguien nos hubiera dicho hace un año que a día de hoy íbamos a estar en esta situación, nadie lo habría creído. La audiencia de The Walking Dead se ha desplomado de forma increíble. La ficción zombie de la AMC ha visto como sus 18 millones de espectadores se convierten en menos de 8 con poco más de un año de diferencia. El público a empezado a darle ala espalda a una serie que ha perdido su capacidad de sorpresa de forma preocupante. Son demasiados los capítulos irrelevantes y eso no se perdona.
Mucha menos gente es la que ve The Walking Dead, pero los costes de la serie son más elevados que nunca. Tanto los costes de producción como los salarios de sus protagonistas están disparados. Desgraciadamente, ambos detalles se están convirtiendo en un importante lastre. Los responsables de la serie y los peces gordos de la AMC no dejan de afirmar que la intención es la de llevar a la serie hasta más allá de las 20 temporadas. De hecho, el mínimo de 12 temporadas parecía un hecho. Sin embargo, de no frenarse la sangría de espectadores, la próxima podría convertirse en la última tanda de episodios de The Walking Dead.
Sea como fuere, lo que está claro es que si no se ofrecen cosas nuevas, mal futuro le auguramos a la serie. The Walking Dead tiene que reinventarse antes de que sea demasiado tarde.