Realmente no somos conscientes de las impresionantes implicaciones que tiene la operación más grande de la historia del cine. Desde que conociésemos que Disney se hacía con 21st Century Fox, gran parte de nuestra atención se dirigía al terreno de los superhéroes. La mayor parte de nuestras preguntas se dirigían a especular sobre los planes de Disney a este respecto, lo que provocaba que perdiésemos de vista otros detalles importantes.
Efectivamente, entre las múltiples consecuencias que tendrá este cataclismo, una de ellas es que Avatar pasará a ser propiedad de Disney. Los derechos de la cinta de James Cameron, así como de las secuelas que ya prepara el director, se convierten en otro filón más para que Disney siga haciéndose de oro. Como todos sabemos, Avatar es la cinta más taquillera de la historia del cine, por lo que no queremos ni pensar hasta donde puede llegar el fenómeno en manos de Disney.
Sea como fuere, lo que no parece es que James Cameron vaya a ceder ni un ápice en su desarrollo de las nuevas películas de Avatar, por lo que apostamos a que Disney no meterá demasiado la mano en el asunto.