- Star Wars: Los últimos Jedi: Pese a la profunda división de opiniones generada por la película, lo cierto es que Rian Johnson conseguía agitar de forma intensa una saga que llevaba demasiado con el piloto automático activado. Una segunda mitad de película antológica y algunos de los mejore momentos de toda la saga para una película que, con el tiempo, será recordada como la cinta que lo cambió todo.
- Logan:El ocaso del superhéroe. La despedida de Hugh Jackman y su Lobezno se producía de la manera más melancólica posible, con una cinta calificable como película de superhéroes crepuscular. Sin sus poderes, por primera vez, Wolverine es verdaderamente vulnerable. Después de una vida de dolor y angustia, sin rumbo y perdido en el mundo donde los X-Men son leyenda, su mentor Charles Xavier lo convence de asumir una última misión: proteger a una joven que será la única esperanza para la raza mutante…
- Lion: Saroo Brierley es un niño que con tan sólo cinco años se perdió en las calles de Calcuta, a miles de kilómetros de casa. Tras un largo viaje acabó siendo adoptado por una pareja australiana. Veinticinco años después, con la única ayuda de Google Earth, Saroo intentará encontrar a su familia biológica. Si alguien encuentra una película más cargada de emociones y honestidad, que lo diga. Lo que aquí vivimos es un viaje cinematográfico por lo oscuro y dorado de este perro mundo. Enorme construcción de un triste relato.
- Dunkerque:Christopher Nolan nos sorprendía a lo bestia. Cuando todos esperábamos una nueva superproducción del director británico, resulta que nos plantaba delante una obra intimista y lapidaria sobre la guerra. Año 1940, en plena II Guerra Mundial. En las playas de Dunkerque, cientos de miles de soldados de las tropas británicas y francesas se encuentran rodeados por el avance del ejército alemán, que ha invadido Francia. Atrapados en la playa, con el mar cortándoles el paso, las tropas se enfrentan a una situación angustiosa que empeora a medida que el enemigo se acerca.
- The Disaster Artist: James Franco es de esos tipos que siempre nos sorprenden. Su talento es indudable, pero se despista de vez en cuando. Siempre le ha encantado dirigir, lo que nos llegaba como si de un reflejo de su carrera se tratase. Cada una de sus obras nos ofrecía momentos brillantes, intrascendentes e incomprensibles a partes iguales. Sin embargo, todo ese caos ha conseguido convertirse en un encanto sin parangón en The Disaster Artist. Es de esos filmes que se notan dirigidos por un tipo sin más aspiraciones que disfrutar del cine. Divertida, mordaz y una joya imprescindible.
Pero no decíais ayer mismo que Dunquerke estaba sobrevalorada? Aclárense.