Puede que sea la película más polémica de los últimos años. El estreno de Star Wars: Los últimos Jedi provocaba una división profunda entre los millones de fans de la saga intergaláctica. Al parecer, el enfoque que Rian Johnson daba al filme era capaz de generar amor y odio a partes iguales, lo que hacía pensar que podíamos enfrentarnos a un fracaso en taquilla. Nada más lejos de la realidad.
Después de 10 días en las carteleras de todo el mundo, Star Wars: Los últimos Jedi ya ha logrado acumular la friolera de 800 millones de dólares. Efectivamente, los 1.200 millones recaudados por La Bella y la Bestia pronto quedarán atrás, convirtiendo a la cinta intergaláctica en la más taquillera del año. Obviamente, el efecto fenómeno de Star Wars: El despertar de la Fuerza queda lejos, pero alcanzar la recaudación de la película de J.J. Abrams no estaba en las previsiones. El factor nostalgia del reencuentro con los personajes míticos de la saga ha desaparecido, pero eso no impedirá que Star Wars: Los Últimos Jedi se convierta en una de las películas más taquilleras de la historia del cine. De hecho, no sería descabellado que desbancase a Jurassic World en la quinta posición.
Así las cosas, el meneo que Rian Johnson le ha dado a la saga ha no contentará a todos, pero ha conseguido su objetivo.