Ha estado a la altura de las expectativas. Decir esto de una serie española suele significar que, efectivamente, ha resultado una chufa. Sin embargo, todos teníamos grandes esperanzas depositadas en La Peste, una serie que se plantaba en Movistar+ el pasado 12 de enero. estos casos suelen saldarse con decepción mayúscula, pero esta vez ha sido bien distinto.
Efectivamente, La Peste es una maravilla. Engancha y presenta una factura a la altura de cualquiera de las mejores series del planeta. El trabajo de Alberto Rodríguez (La Isla Mínima) y su plantel de actores resulta magnífico, por lo que los seis episodios de la gran apuesta de Movistar+ (10 millones se han dejado) se convierten en cita obligada para cualquier seriéfilo.
¿Qué nos cuenta La Peste?
En la segunda mitad el Siglo XVI, Sevilla era la metrópoli del mundo occidental. Puerta de acceso de América en Europa. Ciudad donde la riqueza florecía con facilidad gracias al comercio internacional, al oro, la plata; a la convivencia de nacionales y extranjeros: cristianos, judíos conversos, moriscos, esclavos, libertos, pícaros, ladrones, prostitutas, nobles y plebeyos. Pero también era una ciudad de sombras por la desigualdad, las hambrunas y epidemias.
En medio de un brote de peste, varios miembros destacados de la sociedad sevillana aparecen asesinados. Mateo, condenado por la Inquisición, debe resolver esta serie de crímenes diabólicos para lograr el perdón del Santo Oficio y así salvar su vida. Una investigación a vida o muerte en un entorno de represión pública y hedonismo privado; de misticismo y caos; de conventos relajados y burdeles reglamentados; de cárceles como escondite; de hospitales como tumbas; de traiciones y lealtades.