El trabajo de actor no es nada sencillo. Muchas veces, la exigencia emocional de un papel puede llegar a ser demasiado intensa, hasta el punto de hacer que te plantees si realmente eres capaz de soportar a tu personaje. Si no, que le pregunten a Lauren Cohan. Y es que una escena de The Walking Dead se lo hizo pasar tan mal a nuestra queridísima Maggie, que incluso estuvo a punto de abandonar la seria. Así lo confesaba en su intervención en el programa Inside the Actors Studio.
“La escena en la que Maggie se ve obligada a practicarle una cesárea a Laurie para salvar a su hija fue la más dura. Me afectó muy profundamente bucear entre ese material tan sensible. Por aquel entonces, todos vivíamos en el mismo edificio de apartamentos. Baje dos pisos y le confesé a Steve Yuen que no podía seguir con la serie. Finalmente, acabé entendiendo por qué tenía que hacerlo. El hecho de que el insomnio y la irritabilidad me invadieran provocó que sintiese que estábamos representando algo real, lo que me hizo seguir”.
Afortunadamente, el sofocón que se llevó Lauren Cohan pasó rápido, lo que nos sigue permitiendo disfrutar del genial personaje de Maggie.