“Wonder Woman” se convierte en la cinta abanderada del feminismo, pero a nosotros nos parece bastante machista

Son tiempos de lucha. Tras décadas de bochornoso silencio, la industria del cine y la sociedad en general ha decidido empezar a levantar la voz contra el machismo. Movimientos como el #MeToo se han convertido en torbellinos en pro de una igualdad que sigue siendo una quimera.

Hay cosas que son imprescindibles desde hace mucho tiempo. Pese a que pueda parecer una broma, seguimos viviendo tiempos en los que las mujeres se encuentran con salarios inferiores a los hombres por mismos puestos de trabajo. Mucho camino queda por recorrer en lo que a la igualdad se refiere.

Afortunadamente, cintas como Wonder Woman logran abrir caminos que parecían imposibles. La película del universo cinematográfico DC ha resultado una auténtica joya. Gal Gadot se sale en la piel de su protagonista, pero la inmensa responsabilidad del éxito del filme es de una Patty Jenkins que ha demostrado que también una directora puede marcarse superproducciones de éxito.

Muchos son los que hablan del feminismo de Wonder Woman y, evidentemente, no vamos a discutir que son muchas las aportaciones del filme en este sentido. Sin embargo, hay aspectos que siguen chirriando. Fijémonos en el personaje de Steve Trevor. El bueno de Chris Pine construye un personaje más que interesante y casi equiparable en protagonismo al de la mismísima Wonder Woman. ¿Ocurriría esto si se tratase de un superhéroe masculino? Pues la experiencia nos dice que jamás se ha dado tal circunstancia. Las llegadas de Iron Man, Thor, Capitán América, Batman Superman o el reciente Doctor Extraño contaban con personajes femeninos, pero siempre en un rol marcadamente secundario. Por contra, parece que Wonder Woman se afana en que Steve Trevor sea un héroe de tanto nivel como la propia protagonista. Feminista, pero con mesura y alguna sombra.