Prometía ser un ejercicio cinematográfico capaz de helarnos la sangre, pero se ha quedado en profundísima decepción. Muchas de las miradas de los fans del terror estaban puestas en Winchester: La casa que construyeron los espíritus. No es para menos, ya que su apuesta por el terror gótico y un reparto liderado por Hellen Mirren y Jason Clarke eran suficientes como para soñar.
Basada en la historia de la mansión Winchester situada en California. Esta mansión victoriana fue construida por la heredera del creador de los rifles Winchester, Sarah Winchester, interpretada por Mirren, y su convicción de que los fantasmas la acosaban la llevó a construir más de 160 habitaciones, escaleras que no llevaban a ninguna parte y puertas que al abrirse descubrían un muro… todo con la intención de esquivar a los seres del otro mundo.
Ni más ni menos que un 87% de críticas negativas ha conseguido tras su estreno Winchester: La casa que construyeron los espíritus. Del mismo modo, los 24 millones de dólares logrados en la taquilla americana tampoco han conseguido dar una alegría a Lionsgate. La compañía, al igual que el público, tenía enormes expectativas depositadas en un filme que, desgraciadamente, ha terminado revelándose como una experiencia más que olvidable. Este fin de semana llega el momento de comprobar por nosotros mismos si la decepción es de tal calibre. Veremos…