El catálogo de Netflix cada vez es más potente. La plataforma de streaming no deja de incorporar producciones propias o proyectos de mera distribución para el disfrute de sus millones de suscriptores. Y es que Netflix ha logrado poner patas arriba el mundo del entretenimiento casero gracias a proyectos como Y nadie más que tú, una cinta que está consiguiendo sembrar de lágrimas los hogares de todo el mundo.
Los recién prometidos Abbie y Sam han sido los respectivos amores de sus vidas desde el colegio. Cuando el futuro que imaginaban se trunca trágicamente, su relación se enfrenta a una prueba definitiva. Y es que, al más puro estilo de Mi vida sin mí (Isabel Coixet), Abbie descubre que tiene una enfermedad terminal, por lo que empezará a preparar la vida futura de su marido para que todo esté bien después de su muerte.
No os vayáis a pensar que la película es una maravilla. De hecho, se trata de un relato que no va más allá y que tampoco intenta ofrecer cosas distintas dentro del género. Sin embargo, no se puede negar que Gugu Mbatha-Raw y Michiel Huisman consiguen ponernos un buen nudo en el estómago y hacer que lloremos a mares. Un placer culpable esta Y nadie más que tú.