Llevábamos una buena temporada esperando noticias, pero la verdad es que estábamos mejor viviendo en la ignorancia. Desde que se anunció una nueva versión de Robin Hood, todos esperábamos que Otto Bathurst se marcase un trabajo a la altura de la leyenda. Sin embargo, miedete es lo que nos ha despertado el primer adelanto de la película.
Robin of Loxley (Taron Egerton), un cruzado curtido en mil batallas, y su comandante morisco (Jamie Foxx) se rebelan contra la corona de Inglaterra que está llena de corrupción. El problema es que, como ya ha quedado claro, la apuesta de Robin Hood va muy en el camino de la desastrosa Rey Arturo: La leyenda de Excalibur o, lo que es lo mismo, de un exceso estético y digital. Cámaras lentas a cascoporro y un empalago para los sentidos que ya se pone de manifiesto en el primer avance del filme. O mucho cambia esto o mal pinta la cosa para el próximo 21 de noviembre…