En un futuro cercano, en una Los Ángeles distópica y totalitaria, Will Bowman (Josh Holloway) es un ex-agente del FBI que, para proteger a su familia, se ve forzado a colaborar con el gobierno para derrocar a la creciente resistencia ciudadana que procede de una colonia en el corazón de la ciudad.
Con ese atractivo argumento y un repartazo se presentaba Colony. La ambiciosa serie estaba llamada a convertirse en uno de los grandes estrenos de la temporada, pero nada más lejos de la realidad. Lo que se presentaba como una atractiva distopía y lugar de peregrinación para todos los fans de la ciencia-ficción ha terminado por resultar una serie irrelevante. De hecho, nos encontramos con una de esas series que se ganan el derecho a que veamos un segundo capítulo, pero poco más que eso.
En un primer instante, Josh Holloway (larga vida a Sawyer), Sarah Wayne Callies (la Lori de The Walking Dead) y compañía son capaces de mantener las apariencias, pero a Colony se le ven las costuras muy pronto. No hay historia y eso se convierte en un peaje demasiado caro. El interés se va diluyendo con el tiempo hasta apartarnos irremediablemente de una serie que sobrevive a base de algún que otro coletazo curioso, pero poco más. Una pena.