Pese a tener, según muchos, el mejor guión de todas las cintas de Star Wars, una importante preocupación alrededor del proyecto empezaba a levantarse el pasado verano. Todo transcurría plácidamente en el rodaje de Han solo: Una historia de Star Wars cuando Disney decidía que Phil Lord y Chris Miller no podían seguir al frente del proyecto. Los directores eran despedidos de forma fulgurante y Ron Howard ocupaba su lugar. Casi dos meses de rodaje adicionales y una importante modificación de lo ya filmado eran la consecuencia directa.
¿Qué paso para que la compañía del ratón decidiese cargarse a los dos directores? En su día, ambas partes comunicaban que todo se debía a razones creativas, pero la realidad es bien distinta. Al menos, así lo ha publicado el prestigioso Wall Street Journal.
Estaban haciendo una comedia. De hecho, la principal referencia de Phil Lord y Chris Miller no era otra que el trabajo de James Gunn en Guardianes de la Galaxia. De hecho, el divertido caradura de Han Solo se convertía, directamente, en una suerte de Star-Lord. Cierto es que en Disney y Lucasfilm querían la versión más desenfadada del célebre contrabandista, pero no gustó nada el exceso de los directores a la hora de abordar una comedia pura. El próximo 24 de mayo veremos si la decisión de apostar por Ron Howard fue la correcta.