Cuando en el año 1982, el aclamado Nick Nolte aparecía acompañado en la gran pantalla por un tal Eddie Murphy, poco podíamos imaginar que aquel jovencito de 21 años iba a convertirse en el rey de la comedia de las dos décadas siguientes. Límite: 48 horas marcaba el nacimiento de nuestro Superdetective en Hollywood, o de El Chico de Oro. Años de vino y rosas que iban perdiendo fuerza a medida que avanzaban los 90.
El profesor chiflado o Dr. Dolittle se quedaban lejos del éxito esperado. Llegábamos al cambio de milenio y sólo sus trabajos como doblador en Mulan o Shrek iban salvando una carrera que caminaba, sin que nadie lo sospechase, hacia el desastre más absoluto. Así llegaba la nominación al Oscar por Dreamgirls y un amago de resurrección que se quedaba en eso.
Sin embargo, ahora las cosas son bien distintas. Eddie Murphy ha aprendido de sus errores. A sus 56 años, el que fuera rey de la comedia tiene un plan para retornar a lo más alto. Sabe que eso de hacer 15 papeles en una película y cubrirse de capas de látex ya no funciona, por lo que ha encontrado una forma más adecuada de reconectar con el gran público: La nostalgia.
A día de hoy, dos son los proyectos importantes que el actor tiene en cartera. Su unión a Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito en Triplets parece ser la primera de ellas. La secuela de Los Gemelos golpean dos veces tiene todas las papeletas para resultar un exitazo. Lo mismo ocurre con la recién confirmada secuela de El príncipe de Zamunda. La película de 1998 arrasaba a lo bestia con 288 millones de dólares en su día, lo que podría volver a repetirse. ¿Estamos ante una resurrección de las grandes?