Han pasado del éxito más brutal al fracaso absoluto. Pese a partir con serias opciones de convertirse en uno de los estrenos más exitosos del año, Han solo: Una historia de Star Wars se ha pegado una leche monumental. La cinta pronto demostraba que estábamos ante el primer fracaso económico de la saga intergaláctica, lo que suponía una sorpresa para todos. De hecho, en Disney han pasado de frotarse las manos a calcular pérdidas.
A día de hoy, en la compañía del ratón ya aceptarían como un “éxito” cerrar con unas pérdidas de entre 60 y 80 millones de dólares. No es de extrañar, ya que la cinta se dejaba en producción 250 millones de dólares, a los que hay que sumar otros 200 en distribución y publicidad.
Teniendo en cuenta que Han Solo: Una historia de Star Wars lograba 265 millones de dólares durante sus primeros 10 días, alcanzar una recaudación final de entre 350/400 millones ya sería un alivio. De esa forma se conseguirían minimizar de forma sustancial las pérdidas de una película que ya es un fracaso absoluto.