Lo tenía todo para convertirse en un clásico de terror moderno. Cuando Blumhouse lanzó Eliminado, todos teníamos claro que estábamos ante una nueva obra maestra de la compañía. El filme era capaz de ponernos los pelos como escarpias y de generarnos una inquietud más allá de lo deseable. Un ejercicio cinematográfico brillante y perturbador, realmente inquietante en este mundo de hoy.
Mientras están chateando una noche, seis amigos reciben por Skype un mensaje de Laura Barns, una joven estudiante que se había suicidado un año antes tras ser humillada en Internet por un video sexual en el que aparecía borracha una noche. Al principio los amigos piensan que es una broma, pero cuando la persona con la que chatean comienza a revelar sus secretos más íntimos, se dan cuenta de que el asunto es grave.
Así se presentaba una película que lograba hacer buena taquilla (65 millones de dólares recaudados y solo 1 invertido), pero que nunca llegaba a encandilar al gran público. Uno de esos curiosos casos en los que la crítica de todo el mundo y los espectadores mantenían posiciones radicalmente distintas.
Ahora, Unfriended: Dark Web promete seguir con el legado. Veremos si la esperada secuela es capaz de congeniar con el gran público esta vez.