Estamos condenados a perdernos infinidad de películas gloriosas. Desgraciadamente, es habitual que muchas de las producciones más interesantes del cine de otros países nunca tenga una oportunidad en nuestras salas. Y no hablamos de rarezas polacas o iraníes, sino incluso de filmes americanos. Y es que, ya sea por su falta de éxito comercial en suelo de Estados Unidos o por el carácter independiente de algunas cintas, no son pocas las joyas que nos quedamos sin ver.
El caso de Ingrid Goes West es del segundo tipo. La joven Ingrid (Aubrey Plaza) se obsesiona con una ‘influencer’, una estrella de los medios sociales llamada Taylor Sloane (Elizabeth Olsen) que aparentemente tiene una vida perfecta. Así que cuando Ingrid decide abandonarlo todo y mudarse al oeste para tratar de ser amiga de Taylor, su comportamiento se vuelve cada vez más inestable, inquietante y peligroso.
Con ese argumento se presentaba una de las películas más aclamadas del Festival de Sundance de 2017. Ingrid Goes West se hacía con el premio al Mejor Guión, pero la comedia negra que encandilaba a los presentes jamás llegaba a los cines españoles. Esperemos que, aunque sea con un retraso brutal, alguien tenga a bien ofrecernos la posibilidad de disfrutar de esta pequeña maravilla.