Realmente no somos conscientes de las impresionantes implicaciones que tiene la operación más grande de la historia del cine. Desde que conociésemos que Disney se hacía con 21st Century Fox, gran parte de nuestra atención se dirigía al terreno de los superhéroes. La mayor parte de nuestras preguntas se dirigían a especular sobre los planes de Disney a este respecto, lo que provocaba que perdiésemos de vista otros detalles importantes.
Efectivamente, entre las múltiples consecuencias que tendrá este cataclismo, una de ellas es que Avatar pasará a ser propiedad de Disney. Los derechos de la cinta de James Cameron, así como de las secuelas que ya prepara el director, se convierten en otro filón más para que Disney siga haciéndose de oro. Como todos sabemos, Avatar es la cinta más taquillera de la historia del cine, por lo que no queremos ni pensar hasta donde puede llegar el fenómeno en manos de Disney.
El mercado de los superhéroes también se pondrá patas arriba. Los X-Men, Los 4 Fantásticos, Deadpool… Todos ellos pasan inmediatamente a ser propiedad de Disney, por lo que ya podéis apostar a que la Patrulla X y la Primera Familia de Marvel se integrarán en el universo cinematográfico de la casa de las Ideas muy pronto. Más dudas hay con lo que pueda suceder con Deadpool, ya que el personaje tiene muy poco de Disney, de modo que podría respetarse su deriva.
Alien, Predator, Jungla de Cristal, Kingsman, El Planeta de los Simios, Ice Age, Solo en Casa… Las consecuencias de la gigantesca operación serán brutales. Decenas de exitosas sagas dependerán ahora de lo que Disney quiera hacer con ellas. Se avecinan tiempos de grandes cambios en la industria tal y como la conocemos.