Después de cojear en su segunda trilogía, parece que la tercera tirada de películas de Star Wars ha dado con un villano ideal. Kylo Ren se ha convertido en una de las mejores noticas que nos dejaba Star Wars: El despertar de la Fuerza. El temible Sith, hijo de Leia y Han Solo, no necesitaba de muchos minutos para entrar a formar parte de esta nueva etapa galáctica. Adam Driver y el villano que se ha sacado de la manga gustan mucho.
Lo que no sabíamos es que el papel pudo haber terminado en las manos de uno de los mejores actores de la actualidad. Ni más ni menos que el oscarizado Eddie Redmayne era uno de los candidatos que habían puesto su mirada en el proyecto. El problema es que, tal y como el propio actor ha reconocido, su audición resultó un desastre absoluto.
“Yo fui, creo, por el papel de Adam Driver. Me dieron una escena de ‘Star Trek’ o de ‘Orgullo y prejuicio’, porque es de esas películas top secret que no te dan las verdaderas líneas de guión. “Así que tenía una escena de ‘Orgullo y Prejuicio’ y entonces me dijeron que hacía del malo. “Fue realmente un momento divertidísimo. Nina Gold, a quien tengo que agradecer mucho porque me ha ayudado en varias películas, estaba sentada allí y yo estaba probando diferentes versiones de mi “koohh paaaah” (el sonido que emite la respiración de Darth Vader). Y después de diez tomas ella me dijo: “¿Tienes algo más?” , y yo le contesté que no. Fue ridículo”.