La época de la información se ha convertido en un quebradero de cabeza para las productoras cinematográficas. Desde que todo el mundo va por ahí con una cámara de fotos en el bolsillo, las filtraciones desde los rodajes de los proyectos más esperados se han convertido en una constante. No hay forma de lograr ese secretismo al que muchos son tan aficionados. Si no, que se lo pregunten a Disney.
Después de que Star Wars: El despertar de la Fuerza y Los últimos Jedi sufriese filtraciones hasta el punto de que J.J. Abrams se viese obligado a pedir públicamente una tregua, en la compañía del ratón han decidido que no van a reparar en gastos para mantener el mayor secretismo posible alrededor de su pieza más valiosa. No están dispuestos a permitir miradas indiscretas durante el rodaje de “Star Wars IX”.
600 escoltas, una seguridad de 24 horas al día, drones sobrevolando el set de rodaje constantemente… Así de contundentes han sido las medidas de seguridad que Disney decidía colocar alrededor del lugar de trabajo en anteriores películas. Nada funcionó según lo deseado, por eso ahora han decidido apostar por una vía completamente novedosa: Los teléfonos móviles antiguos. Ni fotos de rodaje, ni mensajes de Whatsapp, ni redes sociales… Incomunicación total entre los miembros del equipo más allá de las llamadas. Veremos si esta vez funciona…