Si, queridos amigos. Samuel L. Jackson es la leche. Casi nos atrevemos a decir que, en una escala global de molabilidad, el actor de “Pulp Fiction” se quedaría con alguna posición del Top 5. Cuando has participado en la saga “Star Wars”, eres el actor fetiche de Quentin Tarantino, lideras a los Vengadores de Marvel y has sido devorado por un velociraptor en “Jurassic Park”, lo normal es que tus legiones de fans sean incontables.
Desde que el bueno de Samuel decidió lanzarse de lleno a esto del cine allá por 1987, el actor ha protagonizado la friolera de 130 películas en 30 años. Ahora, camino de cumplir los 69, podemos decir que todas ellas son magníficas cintas. Evidentemente hay excepciones, pero con una filmografía tan amplia, resulta sorprendente comprobar lo escaso de los patinazos sufridos por el actor. Por todo ello, una de las cosas más extrañas que ha hecho Samuel L. Jackson es prestarse a protagonizar aquella película titulada “Serpientes en el avión” (2006) con un argumento más propio del cine de serie B.
¿Qué fue lo que conquistó a Samuel L. Jackson para protagonizar la cinta? Pues, según ha confesado el propio actor, el título. De hecho, en un momento dado el estudio decidió que el título era bastante cutre y decidió cambiarlo, pero Samuel L. Jackson pidió encarecidamente que se mantuviese como “Serpientes en el avión”, ya que el título había sido la única razón por la que había aceptado el papel. Lo cierto es que le había resultado gracioso hasta el punto de empeñarse en ser el protagonista de una película titulada “Serpientes en el avión”. Los estudios le hicieron caso y, en la actualidad todavía deben estar agradeciéndoselo al intérprete, ya que el título se convirtió en un hype mediático en internet hasta el punto de convertir al filme en todo un éxito.