Absoluta maravilla. No nos cansaremos de repetir con insistencia que Heridas abiertas es lo mejor que le ha pasado a la televisión este año. La sería de la HBO es de esas capaces de dejarte noqueado. Todo es brillante en una ficción oscura, perversa, plagada de sutilezas e interpretaciones sublimes, pero en la que el suspense termina por arrastrarnos por los suelos.
Efectivamente, la serie ha llegado a su fin después de 8 episodios gloriosos. Esperábamos un final totalmente excepcional y lo hemos tenido. De hecho, lo que ha hecho Heridas abiertas va mucho más allá, firmando un cierre que ya es historia de la televisión.
SPOILERS de “Heridas abiertas”
Desde los últimos instantes del episodio 7, ya nos olemos por dónde van los tiros. Adora (Patricia Clarkson) tiene toda la pinta de ser la responsable de los crímenes y termina arrestada. Amma (Eliza Scanlen) se va a vivir con Camille (Amy Adams), pero todavía queda el plato fuerte. Y es que, en un alarde de clase como nunca se había dado antes, Heridas abiertas decide mostrarnos que la responsable de los asesinatos es Amma, lo que hace exclusivamente en el último plano de la serie. A partir de ahí, un par de pequeñas escenas post-créditos nos muestran a la joven acabando con la vida de las dos niñas y revelándose como la mujer de blanco. Glorioso.