Es uno de los proyectos más esperados del año y cita imprescindible para todos los fans del terror. Desde que supimos que Luca Guadagnino (Call Me By Your Name) se pondría manos a la obra con el remake de Suspiria, las ilusiones de millones de fieles del género se disparaban. Cierto es que lo de recuperar una obra maestra como la de Dario Argento siempre es arriesgado, pero el proyecto tenía pintaza.
Dakota Johnson, Tilda Swinton y Chloë Grace Moretz se convertían en las grandes estrellas de un filme que hacía su puesta de largo en el Festival de Venecia rodeado de Gran expectación, pero que ha quedado lejos de cuajar. Demasiado subrayada, ajena a la sutileza de la original e incapaz de alcanzar las dimensiones psicológicas ambicionadas, parece que las virtudes de Suspiria no van más allá de una puesta en escena tan potente como viene siendo habitual en Guadagnino.
Así, la cinta que llegará a nuestras carteleras el próximo mes de diciembre tiene toda la pinta de resultar una de las grandes decepciones del año.