Poco o nada se salva. La andadura de Insaciable ha sido de lo más complicada desde el preciso instante en el que se lanzó su primer tráiler oficial. Una de las grandes apuestas de Netflix para el verano provocaba las iras del público. Su argumento centrado en una joven reconvertida en bellezón después de haber sufrido acoso en el instituto por su sobrepeso era acusado de vender un prototipo de belleza inaceptable.
Dejando a un lado consideraciones sobre su argumento, la realidad es que Insaciable es horrorosa. La serie no hay por dónde cogerla. Desacertada en casi todos sus apartados, el patinazo se vuelve de épicas proporciones al tratar de abordar conflictos que deberían ser de singular interés, pero que quedan reducidos a lo ridículo. Eso por no hablar de que el argumento da para poco más que para hacer una comedia de instituto de hora y media.
Sin embargo, la polémica ha servido de plataforma publicitaria para Insaciable, haciendo que la serie lograse buenos datos de audiencia. Precisamente como esto es lo que manda, Netflix ya ha confirmado el desarrollo de una segunda temporada para la serie. Al menos tenemos claro que no puede salir peor que lo que hemos visto hasta el momento.