No sabemos cómo terminará el asunto, pero lo que está claro es que Manifest tiene una de las premisas más seductoras de la historia de la televisión moderna. Y es que la serie que la HBO estrenaba meses atrás, pese a no ser ninguna obra maestra, muestra una facilidad para engancharnos que no es ni medio normal.
Cuando el vuelo 828 de Montego Air aterriza de manera segura después de un vuelo turbulento pero de rutina, la tripulación y los pasajeros se sienten aliviados. Sin embargo, aunque para ellos han pasado pocas horas, el mundo ha envejecido cinco años y sus amigos, familias y colegas, después de llorar su pérdida, han perdido la esperanza y están intentando seguir adelante. Ahora, frente a lo imposible, a todos se les da una segunda oportunidad. Pero, a medida que se aclaran sus nuevas realidades, se enfrentan a un misterio más profundo y algunos de los pasajeros pronto se dan cuenta de que pueden estar destinados a algo más grande de lo que alguna vez creyeron posible.
Resulta francamente interesante enfrentarse al curioso mundo que se encuentran nuestros protagonistas en una serie llena de misterios y con el sello de Robert Zemeckis. Ojo, porque Manifest bien merece una inversión de tiempo.
Voy por el episodio 4 y estoy totalmente enganchada