Cierto es que legiones de fans de la película original habían decidido sentenciar a muerte la película incluso antes de su estreno. Ciertamente, nosotros no nos encontrábamos entre ellos, ya que Paul Feig es un director por el que sentimos una devoción y su reparto nos parecía un acierto. Sin embargo, la sucesión de chistes absurdos y lo aburrido de la historia nos dejaban realmente fríos.
Pese al anuncio de su secuela incluso antes del estreno, lo cierto es que el público no entraba por el aro. El reboot femenino de Cazafantasmas lograba hacerse con 128 millones de dólares en suelo americano. Unos datos muy por debajo de lo esperado que se convertían en dramáticos al ver los 100 millones logrados en el resto del mundo. El botín de 228 millones resultaba más que escaso para una producción en la que Sony y Columbia invertían 150 millones de dólares. A eso se le sumaban más de 50 en concepto de publicidad y promoción, lo que hacía de Cazafantasmas una enorme inversión de tiempo y esfuerzo para sólo compensar lo gastado.
Ahora, aprovechando su aparición en el podcast Happy Sad Confused, Paul Feig ha querido referirse a esa posible película. Una cinta que tenía la intención de aprovechar otras leyendas fantasmales de otros países. De hecho, las Cazafantasmas iban a viajar a Asia. Por suerte, parece que la secuela en cuestión nunca llegará a ver la luz.